domingo, 9 de diciembre de 2012

APORTES FILOSOFICOS. CONCEPCION MARTINEZ

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APORTES FILOSOFICOS



UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
Puerto Ordaz-Doctorado- Sección B

Unidad Curricular: Aportes Filosóficos y la Producción Doctoral


Autor: Rainner Lezama
CI: 16.649.010

Ensayo: LOS APORTES DE FILOSOFOS

Introducción
Este ensayo tiene como idea central; presentar los aportes filosóficos de pensadores importantes que marcaron la historia del pensamiento universal y que sus estudios aún mantienen vigencia en la actualidad entre los cuales se mencionan a Francis Bacon, René Descartes, Auguste Comte, Edmund Husserl, Martin Heidegger, Immanuel Kant, Hanns Gadamer, Merleau Ponty, Jünger Habermas, Herbert Marcuse, Theodor Adorno, Humberto Maturana, Edgar Morín, Luhmann Nickas. Es así que autores le da un tratamiento especial a este tema y escriben sobre los mismos como Elena Diez de la Cortina Montemayor quién a desarrollado un espacio para analizar la vida y obra de estos filósofos.                                       
Desarrollo
Bacon, Descarte y Comte, son filosofos que se identifican con el pensamiento positivista en el que Bascon,  La filosofía de Bacon influyó en la creencia de que la gente es a la vez sierva e intérprete de la naturaleza, de que la verdad no se deriva de la autoridad y que el conocimiento es fruto ante todo de la experiencia. Se le reconoce haber aportado a la Lógica el método experimental inductivo, ya que anteriormente se practicaba la inducción mediante la simple enumeración, es decir, extrayendo conclusiones generales de datos particulares. El método de Bacon consistió en inferir a partir del uso de la analogía, desde las características o propiedades del mayor grupo al que pertenece el dato en concreto, dejando para una posterior experiencia la corrección de los errores evidentes. Este método representó un avance fundamental en el método científico al ser muy significativo en la mejora de las hipótesis científicas.
y Descarte, su talento no se limitó a la metafísica ya que fue eminentemente matemático, mostraba un genio privilegiado para la observación de la naturaleza, sus doctrina, La duda metódica, El  principio “Yo pienso, luego soy”, El colocar la esencia del alma en el pensamiento, El constituir la esencia de los cuerpos en la extensión. Mientras que Comte inicia sus dos etapas fundamentales del pensamiento en 1822, donde la 1º etapa quedó reseñada entre 1826 a 1845, con un marcado carácter positivista, sintetizadas en sus dos obras; Curso de filosofía positiva (1830 al 1842), El discurso sobre el espíritu positivo (1844).

Edmund Husserl, Martin Heidegger, Immanuel Kant, Hanns Gadamer, Merleau Ponty se identifican  con su aporte a los estudios fenomenológicos, critica de la razón  y los hermenéuticos. Una de las tradiciones que en este sentido ha tiendo un profundo impacto sobre la antropología y la sociología es la fenomenología existencialista francesa, cuyos autores más significativos son Gabriel Marcel, Maurice Merleau-Ponty y Jean Paul Sartre. La fenomenología es un método de análisis e interpretación vinculado a la hermenéutica que procede por medio del estudio intuitivo de los objetos tal como se presentan ante la conciencia que los busca conocer y aprehender. En definitiva la fenomenología es una corriente que busca estudiar interpretativamente la relación entre la conciencia y la experiencia en el sujeto. Y es una corriente que filosóficamente de remonta a la filosofía alemana de Hegel, Husserl y Heiddegger. Husserl, se le reconoce como el fundador de la fenomenología trascendental y a través de ella del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo XX, sostiene que la fenomenología se dedica, no a inventar teorías, sino a describir las "cosas en sí mismas", es así que la intención fundamental de Husserl consiste en devolverle a la filosofía el estatus científico que perdió a consecuencia de la facticidad en la que había quedado sumida por el positivismo de Comte, el psicologismo y el naturalismo. Heiddegger, introduce nuevos sentidos en la hermenéutica al dejar de considerarla únicamente como un modo de comprensión del espíritu de otras épocas y pensarla como el modo fundamental de situarse el ser humano en el mundo: existir es comprender. Desde entonces su hermenéutica de la facticidad se convierte en una filosofía que identifica la verdad con una interpretación históricamente situada Gadamer. La hermenéutica es considerada la escuela de pensamiento opuesta al positivismo. Y por su parte de señalar como su obra más importante e influyente a: El ser y el tiempo (1927), la cual es considerada uno de los escritos más significativos del existencialismo en el cual, Heidegger se preocupó por la que definía como cuestión filosófica (y humana) esencial: qué es ser. Desde 1930, Heidegger volvió, en trabajos como Introducción a la metafísica (1953), a la particular interpretación de las concepciones occidentales del ser.  Aseveraba que en contraste con la reverente concepción del ser dominante en la Grecia clásica, la sociedad tecnológica contemporánea había favorecido una actitud elemental y manipuladora que privaba de sentido al ser y a la vida humana, un estado que llamaba nihilismo. Dentro de la misma idea, la humanidad ha olvidado su verdadera vocación, que es recuperar la más profunda comprensión de la existencia lograda por los primeros griegos y perdida por filósofos posteriores. Heidegger, sin embargo, repudió con el tiempo la interpretación existencialista de su trabajo. También se trae a colación, como la fenomenología y el existencialismo manifiestan una marcada influencia en el pensamiento social francés con posterioridad a la Segunda Guerra mundial, y hasta los años 60. Así también Gadamer, Hans Georg en la a hermenéutica de Gadamer enfatiza la importancia que tiene el escuchar las voces de la tradición que llevamos en el lenguaje. Las voces de la tradición dirigen las actitudes de los interlocutores en el diálogo y guían el sentido de sus preguntas al buscar respuestas. Cada respuesta sensata a la vez refleja la pregunta de donde procede. Hay entonces una dirección centrífuga primaria que caracteriza la pregunta y una dirección centrípeta secundaria que se refleja desde la respuesta. Sin embargo Kant en 1763 obtiene el segundo premio de la academia de las ciencias de Berlín con su obra; Estudio sobre la evidencia de los principios de la teología y la moral natural e introduce el concepto de magnitudes negativas en filosofía, luego para 1770 presenta una obra donde establece una diferencia entre el conocimiento sensorial y el pensamiento denominada   ”Disertación sobre la  forma y los principios del mundo sensible y del inteligible”. Ya para 1781 publica su obra donde hace un análisis trascendental del conocimiento que llamo “Crítica de la razón pura.  También publica su otra gran obra,   Crítica de la razón práctica” para el año de 1788. Donde describe tres postulados:
1. La inmortalidad del alma; el hombre ha de creer que es posible la adecuación entre la voluntad y la ley (santidad) a través de un progreso indefinido.
2. La existencia de Dios;  permite conciliar la moralidad y la felicidad. Ya que estamos divididos entre lo que debemos hacer ley moral y lo nos gustaría hacer (felicidad), y la cusa que las armoniza es Dios. Kant no piensa que la existencia de Dios pueda ser demostrada racionalmente, es sólo una idea pura de la razón. Dios puede ser pensado, pero no conocido. Es la razón práctica la que nos conduce a presuponer su existencia como un ideal de la razón práctica.
3. La libertad; como condición de posibilidad de la moralidad: sin libertad las obligaciones morales el obrar o no conforme al imperativo categórico no tendrían sentido. Se ha de suponer, por lo tanto que el hombre es libre, que puede vencer todos los obstáculos que le impidan cumplir la ley moral para conseguir la felicidad. Entendiendo como  imperativo categórico aquel que puede determinar a la voluntad objetiva, universal y necesariamente. El imperativo categórico es el principio de la moralidad, la ley que proviene a priori de la razón y que nos muestra cómo debe querer la voluntad. Su formulación es como sigue:  “Obra sólo de acuerdo con la máxima por la cual puedas al mismo tiempo querer que se convierta en ley universal”. Los postulados rehabilitan la metafísica tradicional desde la razón práctica, desde la moralidad. No podemos saber si la inmortalidad, la libertad y Dios existen real y objetivamente en vista que sobrepasan los límites de la experiencia posible. Estos postulados no aportan, por lo tanto un conocimiento teórico. Son una exigencia de la razón práctica que se da a sí misma estos principios para orientar su acción y como condición para alcanzar una vida virtuosa y feliz.

Marcuse,  Adorno y Habermas, se consideran defensores de la Teoría Crítica. Esa sí que la contribución más importante de Herbert Marcuse al desarrollo del pensamiento posthegeliano, ha sido sin duda su "teoría social crítica". Esto no quiere decir sin embargo, que sus aportes concretos al estudio de las sociedades industriales avanzadas de nuestro tiempo no tengan una enorme importancia. Lo que sucede es que precisamente derivan su gran impacto y brillantez analítica de los postulados y aspiraciones de la teoría social crítica, la cual Marcuse asienta sobre la dialéctica hegeliana y el marxismo, complementando a ambos con la sociología de Max Weber y la psicología profunda de Sigmund Freud. Entre las muchas contribuciones de Hegel a la historia de las ideas se destacan sus tesis sobre el poder del pensamiento negativo, las cuales deben considerarse entre los aportes más importantes que contienen los análisis del filósofo en torno a los procesos de la vida humana y social. Habiendo notado eso, Marcuse toma la noción de que el pensamiento es la negación de aquello que se presenta ante la sensibilidad como algo inmediato e incompleto, y erige este principio como categoría central de su teoría social crítica. Por eso inicialmente propone que todo esfuerzo sistemático orientado, como teoría hacia la explicación y comprensión integral de la naturaleza, Primero que todo la teoría social crítica se desarrolla a partir de un contacto estrecho con la realidad histórico-social del hombre y de los problemas que afectan su evolución. Examina las tendencias principales de esa realidad en su generalidad y en su particularidad, considerándolas como productos o coyunturas determinadas por la interacción de los hombres ubicados en el contexto de las clases sociales y de los diversos tipos de sociedad. Esa realidad no es independiente de los sujetos que la crean y re-crean con sus actos; es producto de la relación sujeto-objeto en la cual el objeto es matizado de subjetividad a través de la acción del sujeto. Las estructuras sociales son resultado de las relaciones entre los hombres y no tienen por tanto una realidad "sui generis", independiente de los sujetos activos, aunque sí pueden esas. La influencia de Adorno se debe a los conceptos que elaboró en unión con Horkheimer como la “Razón instrumental', que habla de la corrupción de los ideales de la Ilustración bajo los actuales sistemas de dominio; la cultura industrial, que transforma obras de arte en objetos al servicio de la comodidad; y 'la personalidad autoritaria' de los conformistas, que prefieren obedecer órdenes antes que afrontar y superar las dificultades cotidianas.

La acción comunicativa  para Habermas, no es posible entender una  acción si no es referida al ámbito de la comunicación. Ahora bien, se podría preguntar ¿en qué consiste ese ámbito de referencia? La contestación de Habermas es contundente, en el reconocimiento tácito y la presunción de las pretensiones de validez implicadas en las afirmaciones para intercambiar informaciones; es decir, cuando parto de experiencias relativas a la acción. Aquí, existe problematización de las pretensiones. Lo que hay es intercambio de información, sin justificar su legitimidad; y se cuenta con la acción encarnada. De ahí la referencia a la experiencia, lo que invita a no considerar las coacciones de las acciones.  Dicho de otra manera, una acción comunicativa es aquella que se justifica por su disponibilidad cooperativa a entenderse sin, por ejemplo, analizar las motivaciones.  Por eso, lo propio de una acción así entendida es meterla en los contextos de acción para que adquiera significado y  sentido. En los contextos de acción, las afirmaciones informan sobre objetos de la experiencia, mientras en los discursos, las afirmaciones que  se someten a discusión son enunciados  sobre hechos. Por eso, las cuestiones de verdad se  plantean, aquí, no como  correlatos intramundanos del conocimiento referido a la acción, sino como  enunciados referidos a hechos que se hacen corresponder con discursos libres de experiencia y descargados de acción.

Los autores que se inclinan a la complejidad  podemos mencionar a  Humberto Maturana, Edgar Morín, Luhmann Nickas. La contribución de Humberto Maturana a las ciencias de la complejidad es reconocida así como también su influencia en el pensamiento y la investigación de muchos científicos relacionados con ellas (Mahoney, 1991). El elemento básico en esta perspectiva es un cambio en las nociones de realidad y del observador. Esto a llevado a un cambio radical en el ver a la relación observador/observado, en la que el tener acceso a una realidad única e independiente aparte del observador ya no es aceptada, mientras que se adopta la posición contraria de aceptar tantas realidades como formas de vivir emerjan de cada ser.  Morín, en su teoría del pensamiento complejo se dice que la realidad se comprende y se explica simultáneamente desde todas las perspectivas posibles, donde un fenómeno especifico puede ser analizado por las diversas áreas del conocimiento  a través del “Entendimiento transdisciplinar” evitando la habitual reducción del problema a una cuestión exclusiva de la ciencia. Es así que  el estudio de un fenómeno se puede realizar desde la perspectiva holística; referida a un estudio desde el todo o todomúltiple  y la perspectiva reduccionista; referida  a un estudio desde las partes. Luhmann, El eje central en su teoría, es el reconocimiento del concepto de complejidad; el  la reduce, la transforma a través de un proceso de racionalización que permite intervenir y entender la realidad de los sistemas sociales. A través una red sistémica del concepto que posibilite justamente ese entender y comprender. También escoge un concepto de complejidad basado en los conceptos de elementos y relación. Y señala que “Un conjunto de elementos es complejo cuando, debido a limitaciones inmanente de la capacidad de relación de los elementos, cada elemento ya no puede relacionarse en cada momento con cada uno de los otros elementos o sea que es inherente a un ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente puede distinguirse de ella. Por ello también plantea que, el concepto de comunicación parte de la base de que la comunicación sólo puede producirse cuando el que comprende puede distinguir comunicación e información: “Toda comunicación concreta es una unidad que se deriva de la convergencia de tres selecciones información, comunicación, comprensión. Para la comprensión de la comprensión, es un momento imprescindible pero sólo uno de varios la comprensión de la diferencia entre información y comunicación que lleva a cabo ese entender.”

Fuentes de Referencias.

http://cibernous.com/autores/husserl/teoria/husserl.html
 Brentano, Psicología, Madrid, Rev. Occ., 1926

Chistoff, D., Husserl o el retorno a las cosas, Madrid, Edaf, 1979

Cruz Hernández, M., La doctrina de la intencionalidad en la fenomenología, Univ. Salamanca, 1958

Cruz Vélez, D., Filosofía sin presupuestos. De Husserl a Heidegger, Buenos Aires, Suramericana, 1970

Dartigues, A., La fenomenología, Barcelona, Herder, 1981

De Muralt, A., La idea de la fenomenología. El ejemplarismo husserliano, México, UNAM, 1963

Díaz, C., Introducción a la fenomenología, Madrid, Cero, 1971

    ----, Husserl, intencionalidad y fenomenología, Madrid, Cero, 1971

Di Gregori, M.C., "La fundamentación racional del conocimiento: programas fundamentistas", en León Olivé (ed.), Racionalidad epistémica, Madrid, Trotta/CSIC, 1996, pp. 41-58

 Gaos, J., El método fenomenológico, Madrid, Rev. Occ., 1950

 García-Baró, M., Categorías, intencionalidad y números. Introducción a la filosofía primera y a los orígenes del pensamiento fenomenológico, Madrid, Tecnos, 1993

Gómez Romero, I., Husserl y la crisis de la razón, Madrid, Cincel, 1987

 Husserl, E., La idea de la fenomenología, México, FCE, 1982

    ----, Las conferencias de París. Introducción a la fenomenología trascendental, México, UNAM, 1988

    ----, La filosofía como ciencia estricta, Buenos Aires, Nova, 1969

    ----, Ideas relativas a una fenomenología pura y a una filosofía fenomenológica


martes, 4 de diciembre de 2012

PENSAMINETO LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO



REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD  “RÓMULO GALLEGOS”
Área de Postgrado
Doctorado en  Ciencias  de la Educación
San  Juan   de los  Morros – Estado  Guárico





PENSAMIENTO  LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO





Doctorantes:
Eufreddys  Jiménez
Edilia  Coll
Maria  Elena Quevedo




Puerto Ordaz,  Noviembre del 2012.


PENSAMIENTO  LATINOAMERICANO  Y CARIBEÑO
La América Latina de hoy se precia de haber superado sus años de dictaduras militares y de guerras civiles, para adentrarse en una oleada de democratización. Cada país, hoy en día henchido de democracia, reivindica, mediante otra oleada, esta vez de nuevas constituciones, el Estado social de derecho. Y cada país habla de minorías, género y equidad. Pero esas tres expresiones (democracia, Estado social y equidad) aparecen poco en la realidad de las personas.
La  búsqueda de consensos  resulta un tema recurrente en los medios masivos de comunicación, generalmente en manos de sectores conservadores, alineados con lo que podríamos llamar en nuestro ámbito como una bioética-del-consenso social, concomitante con una política bioética dirigida a conciliar intereses dentro del  statu quo social, obviando contradicciones sociales insalvables.
La Bioética Latinoamericana y Caribeña, desde hace años, ha planteado  un ámbito propicio para el debate clarificador de las exigencias y luchas populares, vinculadas sobre todo al cumplimiento de los derechos humanos con los que se halla claramente comprometido desde su inicio. 
La mayoría de los autores que se han ocupado del tema coinciden que la investigación en seres humanos registra un pasado tortuoso (Brussino, 2008), lleno de crueldad y sufrimiento para con los sujetos investigados. Estos hechos en gran medida dieron lugar al desarrollo de códigos, normas y leyes con el fin de regular esta actividad y defender los intereses y derechos de los sujetos que participan en las investigaciones.
En Venezuela, algunos de los lineamientos de estas reglamentaciones para la investigación en seres humanos se incorporaron al promulgarse la Ley del Ejercicio de la Medicina en 1982 y el Código de Deontología Médica de 1985. En ambos se destaca la obligatoriedad del consentimiento informado, la minimización de riesgos tanto en enfermos como en sanos y en el Código se destacan normas para poblaciones vulnerables, el uso del placebo y la revisión ética de los protocolos. En Venezuela, los comités de bioética de la investigación empezaron a funcionar en algunas instituciones a partir de 1995 (Schmidt, 2007). En el 2003, se aprobó el nuevo Código de Deontología Médica que incluye además de lo anterior, aspectos tales como, la investigación del genoma humano, pruebas genéticas predictivas y el uso de animales de experimentación (Código de Deontología Médica, 2003).
Si bien los principios éticos de respeto a las personas, beneficencia, no maleficencia y justicia son logros de la autoconciencia de la humanidad, adolecen de la falta de un marco de referencia histórico y contextual que permita comprender cabalmente su significado, cuáles son sus jerarquías relativas y las situaciones donde éstos entran en conflicto. Es por ello, que se ha señalado que debe haber en ética un núcleo innegociable que no admita excepciones.
Así se pueden considerar las reflexiones de  José Martí,  sus  juicios sobre la salud, con lo cual se evidencia su visión del fenómeno desde una perspectiva global, totalizadora en sus múltiples interacciones; por eso, al referirse a la problemática formula asertos actuales sobre la importancia de la higiene, la prevención, los ejercicios físicos, la alimentación natural; también sobre los nuevos fármacos, que aún no eran tantos en  aquella época.
Resalta el papel del médico como agente moral, cargado de subjetividad, de gran eticidad, en función del bien del enfermo; esto último no es nuevo, pues predominaba aún el viejo paternalismo hipocrático en las relaciones médico-enfermo, y todavía  la autonomía no había trascendido de lo político al dominio del cuerpo ante el médico, y las relaciones eran muy asimétricas.
También, siguiendo el razonamiento que venimos sustentando, son afines las reflexiones del Maestro acerca de las consecuencias del desarrollo industrial (el industrialismo)   que ya se veía en los EE. UU., y sus efectos para el hombre, la naturaleza y el futuro; por ello algunos autores  han señalado su cercanía al pensamiento ambientalista actual y a la bioética, en su vertiente global sustentable. Estas reflexiones se evidencian cuando señala: “La tierra es perpetua, siendo las fuerzas que a vivir en la tierra se apliquen. (…) Nada pone la industria extractora en el lugar de lo que arranca” (Martí, Tomo 6, 1975:268).
Culpa por la depredación del bosque a la “tala indiscriminada de los especuladores” (Martí, Tomo 8, 1975:302) evidenciando con ello el aspecto cultural y ético del problema, del hombre dominador sobre los demás y sobre la naturaleza.
Algunas de las principales propuestas de esta orientación de la Bioética en la región que podemos referenciar  está  la planteada por los expertos en bioética y los profesionales de la salud y las ciencias humanas y sociales, de organismos gubernamentales y no gubernamentales, de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, República Dominicana, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela, quienes en el 2004 refrendaron la Carta de Buenos Aires sobre Bioética y Derechos Humanos (Keyeux, Penschaszadeh, Saada, 2006:334), en la que se plasman las preocupaciones bioéticas en la región, el aspecto crítico que la anima, así como los valores que promueven: solidaridad,  respeto, responsabilidad, justicia, que se le reclama no sólo al individuo, sino al Estado como voluntad política de hacer, de cambiar.









FILOSOFIA Y LA PRODUCCION HUMANA

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