sábado, 13 de octubre de 2012

SABER QUE, SABER COMO, SABER DONDE Y LAS SOCIEDADES. SECCION B. GRUPO 9



SABER QUE, SABER COMO, SABER DONDE Y LAS SOCIEDADES:

GRUPO No. 9                       SECCIÒN: “B”

INTEGRANTES:
José Gregorio Navarro.                    C.I. No. 12.127.656
 Isbelia Pinilla de Serrano.                C.I. No. 13.918.913
Francis Adriana Loreto.                    C.I. No.   8.799.105

El saber se ha convertido en los últimos tiempos en la principal fuerza de producción. En este sentido las generaciones actuales y futuras tendrán en sus manos la responsabilidad de repensar la educación de sus pueblos.  En la actualidad los Estados Naciones informáticos con el poderío comercial y tecnológico, tendrán en sus manos elementos poderosos, en este aspecto se abren grandes incógnitas al hacer de los pueblos, nos preguntamos, una vez que estos elementos se logren colocar en el espacio: Quién regirá estas conexiones y quién definirá los canales o los datos prohibidos? ¿Sera el Estado actual o un nuevo orden de Estado?.

Más aun, existe la posibilidad de que se abra más la brecha comunicacional y tecnológica y los países industrializados o pos-industriales, seguirán adoptando nuevas formas de circulación de capital y los países en vías de desarrollo seguirán teniendo vigencia para sostener a los  cada vez más pos-industriales, generándose a través de la esperanza un falso entusiasmo de desarrollo, creándose en ellos un estado de falsa seguridad en el saber como principal fuerza de producción.
Los Estados naciones en vías de desarrollo estarán obligados a reformular sus relaciones económicas, tecnológicas, comunicacionales y legales, y por consiguiente  con un fuerte impacto cultural. En lo económico por una parte las nuevas formas de intercambio comercial, trabajo y  amplitud en la variedad de productos.  En lo comunicacional, la transformación en dos vertientes, en la extensión de las relaciones virtuales y la introducción en el mercado de tecnología en todos los ramos científicos que impregnan aceleradamente el mercado de los Estados Naciones, llamándose pos-industrial o las naciones en vías de desarrollo como pre-industriales, en este sentido se coloca en el tapete una dependencia para el saber que, saber cómo, y saber dónde.
Con relación a lo legal, se pondrán a disposición de las Naciones del mundo nuevas formas de control entre una moral virtual, decisión de respeto, árbitros de conflictos virtuales y un requisito indispensable de frontera informacional por niveles de flujos organizacionales. Y  en no menos importante la evidencia sostenida en la creencia basada en la experiencia como justificación fundamental en el enganche de un sistema coherente de significados y de sentido fundado en lo real y comprendido como realidad, que  en conjunto marcaran la diferencia en el saber, creencias, y pautas de conducta que un grupo social adopte para comunicarse y resolver sus necesidades de todo tipo.
Es importante incorporar en nuestros sistemas educativos tercer mundistas la competividad, flexibilidad, adaptabilidad, coordinación, y redes financieras globales con uso de la tecnología de la información. En la actualidad la sociedad del conocimiento requiere de una persona que trabaje en red, con tiempo flexible, con poder de gobernarse, que accede a niveles superiores de información e incorpore conocimientos con facilidad y de poca duración, ya que, lo que hoy sirve, mañana quedará obsoleto.
El joven en la  actualidad, detesta la monotonía y la constancia, le agrada las situaciones intensas, lo inspira el eclecticismo, y cabalga con una noción lineal del tiempo como elemento infinito, siempre está a favor del cambio y de nuevas experiencias.
Esas son las sociedades en las cuales vivimos, específicamente América Latina, transita por varios periodos históricos: El pre-moderno – El moderno –y el pos-moderno, impregnando con sus tiempos históricos las sub-culturas de los Estados Naciones que a su vez, no solo por la educación, sino por la diversidad en las estructuras mentales, motivacionales, personalidades,  posee un impacto tal en sus miembros, dejándolos vulnerables ante las tecnologías compradas, más que elaboradas, he aquí el desafío de las sociedades hispanas.
Si no, actuamos congruentemente en concordancia y en unión como naciones del mundo, cada día la brecha generacional – tecnológica – cultural – educativa – económica  y legal, será, más y más amplia, resultando un choque cognitivo de competencias, intereses y motivaciones.
En este sentido, hoy más que nunca la UNESCO (2.008), en el informe Delors, señala: ….”La sociedad requiere una mejor persona, convivir con la diversidad, conocer, pues, que la información es la base fundamental de la era tecnológica y a desarrollar praxis concretas en las tareas que la especialización de sus carreras y que la vida requiera”.  Es nuestro reto cultural, como hombre y como ciudadano de las sociedades  del conocimiento.

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