REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVESIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “ROMULO GALLEGOS”
DECANATO DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
AULA TERRITORIAL- PUERTO ORDAZ
Grupo 5 Sección B
Participantes:
Teresa Farbos
C.I 4.984.447
Emilio Aguilar
C.I 13.812.231
Rebeca González C.I
15.851.127
Pensamiento
Ambiental Crítico Latinoamericano y la Filosofía Pioética.
En los tiempos
actuales, nace en nuestras mentes y deseos,
crear de un pensamiento propio aspirando
que nuestros pensamientos ambientalista tengan renombre principalmente
Latinoamericano. ¿Que sería lo propio de ese pensamiento que hiciera de tal
pretensión una aspiración legítima, en el deseo de construirnos un pensamiento
que nos diera identidad frente a la crisis ambiental global?
A través de la conquista, la colonia
y la globalización, han mantenido nuestros modos de pensar y nuestras formas de vida, y propiciando como reacción
la emergencia de un saber y una cultura política
emancipatoria. Más el saber estratégico que permitiría destrabar y liberarnos
de las relaciones de dominación, de explotación, de desigualdad y de
exterminio, construyendo otros mundos fundados en las diferencias y
especifidades de cada región y de cada pueblo no solo parte de un ánimo, sino de nuevos actores sociales
que encarnan esa resistencia, no se desprende ni define un pensamiento
sociológico y una epistemología propias.
La racionalidad
ambiental se forja en la deconstrucción del pensamiento metafísico, científico
y postmoderno, de la
territorialización de la diversidad, la diferencia y la otredad los potenciales
ecológicos y de los saberes culturales que habitan los territorios. De allí
nace y desde allí reivindicamos el pensamiento ambiental latinoamericano.
Desde
que emerge la crisis ambiental a escala mundial, hacia principios de los años
70, un grupo de intelectuales
y académicos fueron atraídos por los vientos y mareas de esas nuevas ideas y propuestas
en torno a las cuales comenzó a darse un movimiento crítico y una respuesta
desde América Latina. La publicación de
Los Límites del Crecimiento que anunciara por vez primera la
catástrofe ecológica que se avecinaba, América Latina dio una respuesta propia.
Un estudio conducido por Amílcar Herrera cuestionaba: ¿Catástrofe o Nueva
Sociedad? Se argumentaba que la degradación ambiental no tenía por causa
fundamental el crecimiento demográfico ni estaba
determinada de manera lineal por el crecimiento económico, sino que dependía fundamentalmente de un modelo de desarrollo, y que
las formas y grados del deterioro ambiental estaban asociados con la
distribución desigual del ingreso y con las formas de la pobreza.
América
Latina ha seguido paso a paso la transformación civilizatoria desencadenada por
la crisis ambiental, en un ritual reflexivo, de apropiación e identificación
crítica. Así en 1982, el CIFCA promovió una reflexión sobre el significado y trascendencia en Iberoamérica
de la Cumbre
de Estocolmo. Institucionalización misma del campo ambiental. El pensamiento ambiental latinoamericano que se va
configurando en un repensar el mundo desde las raíces ecológicas y
culturales de nuestros territorios, nace de un debate en el campo del pensamiento mismo, de las maneras en que se
expresa la crisis ambiental y en el terreno de las estrategias de poder
y de poder en el saber en qué se debaten los sentidos del ambientalismo y de la sustentabilidad.
Una de las vertientes más ricas del ambientalismo
latinoamericano es el estudio de las relaciones entre cultura y
naturaleza. Frente a las perspectivas que se fueron delineando en el Norte,
desde las diferentes ecosofías, la
ecologización de la economía y las innovaciones tecnológicas orientadas
a la desmaterialización de la producción, en América Latina va cobrando fuerza
una visión de la sustentabilidad fundada en la relación que guardan las
sociedades tradicionales, indígenas y campesinas, con su ambiente. Más allá de
una cultura ecológica genérica, y de la necesidad de dar sustentabilidad a las
sociedades rurales, se plantea la idea de un desarrollo sustentable fundado en
el conocimiento y los saberes culturales sobre la riqueza biológica y los potenciales ecológicos de la región.
Filosofía Teórica, Filosofía Práctica y Filosofía Pioética
En el transcurrir de los años el
hombre ha ido evolucionando y con ello ha adquirido una cantidad de
conocimientos que ha perfeccionando, con la finalidad de desarrollar sus potencialidades
para sobrevivir en su sociedad.
En relación a la filosofía teórica,
práctica y pioética y el descubrimiento aristotélico de la Phronesis
(racionalidad práctica) como presupuesto
intermedio entre ciencia y técnica, Aristóteles distingue entre estos tres
tipos de racionalidad, aclarando que solo es posible alcanzar el nivel teórico de la razón cuando hemos asegurado antes las condiciones idóneas para realizarlo, esto es habiendo
asegurado antes el estadio productor y
conociendo la medida de la aplicación de
la razón general de las cosas concretas.
Entonces Aristóteles nos habla de la
retórica como filosofía (práctica) de la vida humana definida por el habla, la filosofía teorética o saber objetivo y la filosofía pioética como técnica del
saber hacer, por lo tanto el hombre se guía de sus decisiones concretas de
acuerdo a su tradición por medio de la
racionalidad práctica, y que ésta se muestra
sujeta a su propia capacidad de aprendizaje y de esfuerzo, en vistas a su propio bien y
el de la humanidad.
En consecuencia, se podría decir que el hombre no solo debe aplicar los
conocimientos técnicos sin antes considerar
qué consecuencias produce la
aplicación de estos, él debe reflexionar
sobre su praxis y a su vez pueda sentirse bien consigo mismo y con su sociedad.
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