REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD
NACIONAL EXPERIMENTAL
“ROMULO
GALLEGOS”
DECANATO
DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIA
DE LA EDUCACIÓN
PENSAMIENTO
AMBIENTAL CRÍTICO LATINOAMERICANO Y
LA FOLOSOFÍA
BIOETICA
SECCION B.
Participantes:
JARAMILLO,
Wilfredo
RÍOS, Yorvis
Puerto Ordaz, Septiembre de 2012
El
pensamiento de la Revolución Francesa llega a América con Lafayette y Bolívar
quien junto a José Martí lo llevan a la práctica revolucionaria. El siglo
pasado vio la luz de cuatro paladines latinoamericanos, Augusto Cesar Sandino,
Farabundo Martí, Fidel Castro y Ernesto “Che Guevara”. La autodefensa de Fidel
en Santiago de Cuba en 1956, “La Historia Me Absolverá” es el pináculo del
Pensamiento Crítico Latinoamericano, muy anterior a la escuela europea de los
setenta y es, al mismo tiempo, la moderna jurisprudencia revolucionaria. Todo
lo que aparece después de ese Manifiesto de Libertad, es una gloriosa defensa
que aunada al pensamiento del “Che” daría origen al pensamiento crítico
revolucionario de la actualidad no solo latinoamericano sino de todos los
pueblos en levante del mundo.
Los
sables latinoamericanos están callados, los militares se han retirado a sus
cuarteles y las bandas regimentales se unen a la alborada de nuestros pueblos.
Los ejércitos de Cuba, Venezuela, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Bolivia caminan
del brazo del progreso y el pensamiento crítico se ha insertado en el alma de
la milicia y con orgullo pueden decir que siguen los dictados bolivarianos de
cumplir su función histórica la cual no es otra que la defensa de la soberanía
de la patria latinoamericana, mantenimiento del orden público para el
desarrollo de una democracia participativa y la defensa de los desposeídos.
Qué
más grandeza para el Ejército Latinoamericano y su Comandancia Revolucionaria
Latinoamericana que ser los herederos y
portadores del sueño de Bolívar, de Sucre y San Martín! ello no hubiera sido
posible sin la influencia de Bolívar, Maceo, Martí, Sandino, Farabundo, Fidel
“CHÉ” cuyo pensamiento se observa en la nueva concepción crítica que la milicia
latinoamericana tiene de la realidad objetiva de nuestra realidad. Atrás han
quedado los ogros uniformados de los cuales muchos de ellos están siendo
procesados por Cortes Internacionales de Justicia y paradójicamente guardando
prisión en las mismas cárceles que ellos crearon para torturar el sueño
democrático liberador de nuestros pueblos.
El
Pensamiento Crítico se posesiona del alma de nuestras madres, hermanas e hijas.
Aparecen un buen número de Rosas Luxemburgo en el espectro latinoamericano, de
Luisa Amanda Espinoza, en Nicaragua a una Sor Juana Inés convertida en Comandante
Ramona en Méjico, la maestra Mélida Anaya Montes deviene en Comandante Ana
María, Aidé Santamaría engendra a Celia Hart y las voces permanentes de Piedad
Córdova e Ingrid Storgen en Colombia, incendian las junglas de Doña Bárbara,
mientras la voz combativa de Adriana Vega y Graciela Ramírez iluminan las
inmensas pampas de Martín Fierro y allá en el Norte Imperialista las voces de
las mujeres aborígenes de Canadá y el grito afro-americano de Rosa Parker y
Marthin Luther King explota en la aratoria volcánica de Ángela Davies hacen
temblar el sistema.
Pensamos
críticamente siendo críticos permanentes de nuestra conducta, de nuestra ética,
de nuestra honestidad que iluminan el camino en esta bella alborada hacia la
liberación total de nuestra Patria latinoamericana.
La
crisis no podrá superarse solamente con un recetario tecnológico o con algunas
medidas fiscales que incluyan la contabilidad de los costes ambientales, la
crisis ambiental no se supera con el mero mecanicismo, enclaustrado en las
disciplina indisciplinadas de la Educación actual, por el contrario avanza
incontenible hacia los abismos de la catástrofe, si el negocio, la consumación
economicista, se convierten en la moneda de cambio para romper los muros
asfixiante de la devastación y depredación, nacida en la matriz deformada de la
Modernidad Insustentable.
Somos
testigos del desguasamiento de ríos portentosos, como el Paraná, tecnologizados
sin control hasta convertirlos en cloacas eficientes, mutados en rutas rápidas,
para que las condiciones de rentabilidad de la acumulación agraria y minera
puedan estar a la altura del crecimiento desbocado del comercio internacional
de granos y minerales y, también ahora del comercio del AGUA DULCE. Esta
panacea, tal como lo difunden los voceros del Poder Patronal del Agro negocios,
fundada en la producción de alimentos que erradicará para los tiempos el hambre
en el mundo y de los mundos de vida de todos y todas, en todas partes, ha sido
desmentida por la OMS, quien acaba de publicar que no sólo no se resolvió el
hambre del mundo con el supuesto productivismo de alimento, sino que,
simultáneamente, ha aumentado dolorosamente la desnutrición infantil.
Ahí está, en la Cuenca del Plata y en la
Región de Rosario, la geografía urbana deformada en rosarios de ciudades
travestidas de consumismo irracional, donde millones se hacinan en guetos
miserables o en guetos de lujo, pero todos, habitando sin esperanzas el tiempo
de lo efímero, aunque seducidos y abandonados, supuestamente feligreses de los
mejores tiempos, pero nostálgicamente volatilizados por la violenta banalidad del "fascismo de
entretenimientos"; por otros muchos resquicios solariegos se levantan
industrias angurrientas que vomitan sin cesar el trueno de su desprecio por el
ser, poluyendo lo que respiramos, lo que bebemos, lo que comemos y la propia
mismidad del ser.
La
bioética abarca las cuestiones éticas acerca de la vida que surgen en las
relaciones entre biología, nutrición, medicina, política, derecho, filosofía,
sociología, antropología, teología, etc. Existe un desacuerdo acerca del
dominio apropiado para la aplicación de la ética en temas biológicos. Algunos
bioéticos tienden a reducir el ámbito de la ética a lo relacionado con los
tratamientos médicos o con la innovación tecnológica. Otros, sin embargo,
opinan que la ética debe incluir lo relativo a todas las acciones que puedan
ayudar o dañar organismos capaces de sentir miedo y dolor. En una visión más
amplia, no sólo hay que considerar lo que afecta a los seres vivos (con
capacidad de sentir dolor o sin tal capacidad), sino también al ambiente en el
que se desarrolla la vida, por lo que también se relaciona con la ecología.
El
criterio ético fundamental que regula esta disciplina es el respeto al ser
humano, a sus derechos inalienables, a su bien verdadero e integral: la
dignidad de la persona.
BIBLIOGRAFÍA
Azulay
A. Dilemas bioéticos en la situación de enfermedad terminal y en el proceso de
la muerte. Med Pal 2000; 7: 145-56
Potter
V.R. Bioethics: the science of survival, "Perspectives in Biology and
Medicine" New York, 1970.
Tapiero
A. Los principios bioéticos. An. Med. Interna (Madrid) v.18 n.12 Madrid dic.
2001
The
Tuskegee Syphilis Study, 1932 to 1972: implications for HIV education and AIDS
risk education programs in the black community. Am J Public Health. 1991
November; 81(11): 1498–1505.
No hay comentarios:
Publicar un comentario