REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD “RÓMULO GALLEGOS”
Área de Postgrado
Doctorado en Ciencias
de la Educación
San Juan
de los Morros – Estado Guárico
CONCEPCIÓN
ANTROPOLÓGICA DEL VENEZOLANO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU ONTOLOGÍA
DR. VÍCTOR ROJAS DOCTORANTES:
EDILIA
COLL
EUFREDDYS
JIMÉNEZ
MARIAELENA
QUEVEDO
Puerto Ordaz, Julio
2012.
CONCEPCIÓN
ANTROPOLÓGICA DEL VENEZOLANO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU ONTOLOGÍA
La
historia del venezolano data desde 1498, cuando Cristóbal
Colón descubre a Venezuela en su tercer viaje, iniciándose de esta manera el período de colonización y cruce
de razas y culturas.
Los grupos
indígenas de la época fueron
sometidos por los españoles, quienes
fundaron hatos, haciendas, para posesionarse de las tierras, sometieron a las
mujeres indígenas, dando origen al
mestizaje. Años más tarde, traen
también como esclavos a los
negros, de África, invadida también por
los colonizadores, continuando
este cruce entre diferentes
etnias: españoles, indios y negros. Según el criterio del Inca
Garcilaso de la Vega, la palabra mestizaje,
«...fue impuesto por los primeros españoles que tuvieron hijos en
indias...».
José
Gumilla señala las 4 generaciones principales de mestizaje: de europeo e india
sale mestiza (dos cuartos de cada parte), de europeo y mestiza sale cuarterona
(cuarta parte de india), de europeo y cuarterona sale ochavona (octava parte de
india) y de europeo y ochavona sale puchuela (enteramente blanca). La
influencia de todas estas culturas,
le ha dado al venezolano unas
características específicas de ser tanto
individual como en colectivo.
Para
conocer al venezolano ontológicamente, es necesario hablar de su
forma de vivir, de actuar y aceptar
el mundo,
El
venezolano es un ser de temperamento vivaz, aunque equilibrado entre lo introvertido y lo
extrovertido. Algunos señalan que somos violentos, con altas
tasas de consumo de alcohol; donde el hombre le ha dejado a la madre el
papel principal en la crianza de sus hijos; la mayoría de las veces sola, sin la
ayuda económica para salir adelante, por
eso también se le conoce como
irresponsable; lo que nos lleva a
una vivencia con carencias
nutricionales, afectivas y económicas.
Los
venezolanos vivimos en
extrema desigualdad, lo que ha determinado la insatisfacción de nuestras
necesidades básicas, sin embargo, pese a ello,
somos luchadores, en especial las mujeres, para sobreponernos a estas dificultades,
y sacar adelante a nuestros hijos.
Somos
creyentes de Dios, así
como en mitos aborígenes, africanos y europeos, que han sido influencia de nuestro cruce de
culturas; los que practicamos cuando
sentimos esa necesidad
espiritual.
Seguimos
nuestra propia lista de valores: autorrealización, amistad sincera, seguridad
familiar, felicidad, libertad, igualdad, armonía interior, respeto por sí
mismo, un mundo en paz, sabiduría, amor maduro, prosperidad, reconocimiento
social, una vida llena de emociones, placer, belleza, seguridad nacional,
salvación.
Somos alegres,
nos gusta vivir la
vida a plenitud, aunque esta imagen
para muchos sea negativa. Sin
embargo, a nuestra manera somos felices.
En
cuanto a nuestra actitud, somos igualitarios, tratamos a las personas sin ningún
tipo de distinción, ya sea jerárquico
o de abolengo. Respetamos la habilidad y la destreza con la que hombres
y mujeres hacen sus trabajos y salen
adelante. Aunque algunos nos han señalado como indisciplinados, ausentes de jerarquía, con ansias de
poder arbitrario y falta de autorrealización.
Somos
hospitalarios, benefactores,
humanitarios, nos unimos
en comunidad para buscar
la defensa de nuestros derechos y
ayudar a los demás. Más no dejamos de
disfrutar la vida. Nos gusta la buena comida,
la bebida, los bailes, la parranda.
Vivimos el presente.
Somos consumidores, nos dejamos influenciar por la
propaganda, tanto económica
como política. Pero cuando
lo decidimos, también los dejamos de un lado, y buscamos
otros horizontes.
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