domingo, 22 de julio de 2012

ANTROPOLOGIA DEL VENEZOLANO. SECCION B. GRUPO 3


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD  “RÓMULO GALLEGOS”
Área de Postgrado
Doctorado en  Ciencias  de la Educación
San  Juan   de los  Morros – Estado  Guárico







CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA DEL VENEZOLANO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU ONTOLOGÍA







DR. VÍCTOR  ROJAS                                             DOCTORANTES:
EDILIA COLL
EUFREDDYS JIMÉNEZ
MARIAELENA QUEVEDO


Puerto Ordaz,  Julio  2012.
CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA DEL VENEZOLANO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU ONTOLOGÍA
La historia del venezolano data  desde  1498,  cuando  Cristóbal  Colón descubre a Venezuela en su tercer viaje,  iniciándose de esta manera  el período de colonización  y cruce  de razas  y culturas.
Los  grupos  indígenas  de la época  fueron  sometidos por  los españoles, quienes fundaron hatos, haciendas, para posesionarse de las tierras, sometieron a las mujeres  indígenas, dando origen al mestizaje.  Años más tarde,  traen  también  como esclavos a los negros, de África, invadida  también por los  colonizadores,  continuando  este cruce  entre  diferentes  etnias:  españoles, indios  y negros. Según el criterio del Inca Garcilaso de la Vega,  la palabra  mestizaje,  «...fue impuesto por los primeros españoles que tuvieron hijos en indias...».
José Gumilla señala las 4 generaciones principales de mestizaje: de europeo e india sale mestiza (dos cuartos de cada parte), de europeo y mestiza sale cuarterona (cuarta parte de india), de europeo y cuarterona sale ochavona (octava parte de india) y de europeo y ochavona sale puchuela (enteramente blanca). La influencia de  todas estas culturas, le  ha dado al venezolano  unas  características  específicas  de ser tanto  individual  como en  colectivo.
Para conocer  al venezolano  ontológicamente, es necesario hablar de su forma de vivir,  de actuar  y aceptar  el mundo,
El venezolano  es un ser de  temperamento vivaz, aunque  equilibrado entre lo introvertido y lo extrovertido. Algunos señalan que somos violentos,  con altas  tasas de consumo de  alcohol;  donde el hombre le ha dejado a la madre el papel  principal en la crianza de  sus hijos; la mayoría de las veces  sola, sin la   ayuda  económica para salir  adelante, por  eso  también se le conoce  como  irresponsable; lo que nos lleva a  una vivencia  con carencias nutricionales, afectivas  y económicas.
Los venezolanos  vivimos  en  extrema desigualdad,  lo que  ha determinado la insatisfacción de nuestras necesidades básicas,  sin embargo,  pese a ello,  somos luchadores, en especial las mujeres, para  sobreponernos a estas  dificultades,  y sacar adelante a nuestros hijos.
Somos creyentes de  Dios,  así  como en mitos aborígenes, africanos y europeos, que  han sido influencia de nuestro cruce de culturas; los que practicamos cuando  sentimos esa necesidad  espiritual. 
Seguimos nuestra propia lista de valores: autorrealización, amistad sincera, seguridad familiar, felicidad, libertad, igualdad, armonía interior, respeto por sí mismo, un mundo en paz, sabiduría, amor maduro, prosperidad, reconocimiento social, una vida llena de emociones, placer, belleza, seguridad nacional, salvación.
Somos  alegres,  nos gusta  vivir  la  vida a plenitud,  aunque  esta imagen  para  muchos sea negativa. Sin embargo, a nuestra  manera  somos felices.
En cuanto a nuestra  actitud,   somos igualitarios,  tratamos a las personas  sin ningún  tipo de distinción,  ya sea  jerárquico  o de abolengo. Respetamos la habilidad y la destreza con la que hombres y mujeres hacen sus  trabajos y salen adelante. Aunque  algunos  nos han señalado  como   indisciplinados,  ausentes de jerarquía, con ansias de poder  arbitrario  y falta de autorrealización.
Somos hospitalarios, benefactores,  humanitarios,  nos  unimos  en   comunidad para  buscar  la defensa de nuestros derechos  y ayudar a los demás.  Más no dejamos  de  disfrutar la  vida. Nos  gusta la buena  comida,  la bebida, los bailes, la parranda.  Vivimos el presente.
Somos  consumidores, nos  dejamos influenciar  por  la propaganda,   tanto  económica  como  política. Pero cuando lo  decidimos, también los dejamos de un  lado,   y buscamos  otros  horizontes.

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