“EL HOMBRE, LA REALIDAD Y EL
CONOCIMIENTO, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA TRASCENDENCIA DEL SER HUMANO”
(Ensayo)
Realizado por Sección B
Grupo No 9 Jornada de la tarde
Navarro, Gregorio (C.I. 12.127.656)
Loreto, Adriana (C.I. 8.799.105)
Pinilla, Isbelia (C.I. 13.918.913)
Desde tiempos remotos, el hombre siempre ha buscado
su trascendencia…ir más allá de algún límite; es y seguirá siendo atractivo
para el ser humano. Pero al considerar
el punto de vista filosófico, no nos referimos únicamente a ir más allá del
límite, sino, que el término está relacionado con superación y es allí que se
encuentra la relación con la búsqueda del conocimiento, basada en la
experimentación y dándole sentido a la vida.
¿Quiénes han trascendido en el tiempo y el espacio? Personas que han mantenido en su haber,
grandes condiciones: perseverancia, oportunidad, brillantez y creatividad. No debemos extrañarnos entonces, que aún en
las aulas de nuestras universidades se siga disertando sobre teorías
filosóficas, físicas y matemáticas, incluyendo además la admiración por las
bellas artes. Apreciar, por ejemplo el
impacto de la música en los sentimientos y
las pasiones humanas: tristeza, felicidad, nostalgia… o admirar la
belleza y el misterio de la Giocconda…o estudiar la Teoría Especial de la
Relatividad y admirarnos porque en este momento, un grupo de personas esté
proponiendo su refutación…
Mirar atrás y revisar las personalidades que han
trascendido en el tiempo y el espacio, implica ver, que este hecho no es
exclusivo de personas con ciertas características de ambientes sociales, sexo,
aspecto físico, ni mucho menos ambiente económico: desde Juana de Arco, a María
Sklodowska, hasta Marilyn Monroe. Desde
Confucio, Marx, pasando por Da Vinci, Freud y Nitzsche, hasta Einstein y Schrödinger.
Personalidades impactantes, alegres, tristes, con iguales sentimientos que el
común de la sociedad, pero sabiéndolo o no, supieron darle la conexión precisa
a la educación y la filosofía, para determinar en su esencia, que podían
transformar la sociedad.
La anterior reflexión me cuestiona como docente: ¿qué
puedo hacer para que mis estudiantes logren una interrelación entre lo
cotidiano y las teorías científicas, para saciar su deseo de trascendencia? Si
llevan ideas preconcebidas, les permito partir de su realidad para construir un
sistema de redes que se aproximen a la verdad? Cuál verdad les estoy
transmitiendo? Estoy respetando sus intereses e idiosincrasia?
Todo el proceso de adquisición de saberes, genera en
el estudiante, una incertidumbre, que debe ser orientada mediante un método
científico, con un proceso dialógico, pero siempre enfocado en la búsqueda de
conocimientos ciertos y efectivos. Además
deberá estar orientada, para que dicha apropiación contribuya al mejoramiento y
desarrollo personal, social o ambiental, con una estructura flexible, aceptando
que dichos conocimientos pueden estar sometidos a otra visión o a la
refutación, sabiendo además, que la verdad no es absoluta, sino que es
dinámica, siempre basada en lo que nuestros antecesores han investigado,
entendiendo que hay cierto rigor que se cumple para que pueda considerarse “ciencia”.
Acercándonos considerablemente a lo que
dice Popper: La ciencia es un juego que nunca termina, en el que la regla más
importante dice, que quien crea que algún día se acaba, sale del juego” Lo que sí está claro es que debemos esperar
que esa aprehensión del conocimiento, no siempre será una reacción inmediata
del estímulo presentado por el docente, sino
una operación interior que será procesada de acuerdo a la disposición
que tenga, en cuanto al tiempo, a las palabras, oportunidades, leyes…y a un
cúmulo de herramientas que permitirán en el momento adecuado, aplicar el conocimiento
y utilizarlo de acuerdo a su necesidad.
Es oportuno mencionar un pensamiento de Ernest
Rutherford, un físico y químico neozelandés,
conocido por su propuesta de modelo atómico y estudio de partículas radiactivas,
que también ha trascendido en el tiempo: “No
está en la naturaleza de las cosas, que el ser humano realice un descubrimiento
súbito e inesperado; la ciencia avanza paso a paso y cada persona depende del
trabajo de sus predecesores”
Puerto
Ordaz, 11de julio de 2012
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