REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD
NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE
POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA
EDUCACION
PARTICIPANTES: Maritza Contreras, Tania Tenia y Juana Ribas
SECCION A GRUPO 7
Concepción antropológica del venezolano, desde el punto
de vista de su ontología su manera de ser en la comunidad.
En este recorrido teórico reflexivo sobre la
concepción antropológica del venezolano desde el punto de vista de su
ontología, su manera de estar siendo en la comunidad. Una cosmovisión, se hace
clara la necesidad de contar con una precomprensión antropológica, ya que la
misma como ciencia social estudia al ser humano de forma holística. Combinando
en una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y
humanas, la antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al
hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece; y, al mismo
tiempo, como producto de éstas. Asimismo, se ocupa de estudiar el origen y
desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de
comportamiento sociales a través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso
biosocial de la existencia de la raza humana. Cabe resaltar que el hombre no es
algo que viene dado esencialmente, sino que se configura a través de sus
relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias, construcciones culturales. El hombre venezolano a través de los tiempos ha tenido
cambios a nivel personal y cultural. Es
por ello que según la religión, las ideas y los valores por lo que se ha
acostumbrado pasa a tener más importancia la mujer venezolana que el hombre, ya
que la misma deja en claro que no solo es mujer sino pasa a manejar la figura
de padre y madre en el vinculo familiar porque se pueden encontrar como madre
soltera o simplemente porque pasa más tiempo con el conglomerado familiar.
Cuando se estudia la antropología
cultural, se explica la diversidad de las conductas humanas, mediante estudios
comparativos que muestran una visión del hombre y mujer, a través de los
tiempos, a raíz de esto se puede estudiar la forma de vida, estructura social,
creencias y medios de comunicación. Cabe destacar que el hombre no está atado a algo fijo o
estático, sino que se va configurando. El ser humano se debe a un desarrollo
temporal (historia) y a la vez a un proyecto que le configura como alguien en
desarrollo, nunca acabado. En esta historicidad, el hombre no es un espectador
imparcial de los fenómenos, sino que se ubica frente a los mismos desde
presupuestos heredados (tradición) que le orientan. En cuanto a la concepción
antropológica del venezolano, podemos afirmar que el venezolano es uno, cuando
se habla de que es uno, no se afirma que es único, ya que sólo sería único si
existiera un solo venezolano, es decir, es en esencia el producto de la mezcla
de las tribus indígenas que poblaron el territorio venezolano, de los españoles
que los conquistaron, de los africanos que llegaron como esclavos y de los
numerosos viajeros e inmigrantes que a lo largo de estos últimos cinco siglos y
en especial el último siglo, vinieron para quedarse y hacer de Venezuela su
hogar. La confluencia de todas estas culturas ha dado forma a una peculiar
manera de ser. Es así como en la música, en las voces populares, en la danza,
en las creencias, en los aspectos culinarios se detectan todos y cada uno de
los rasgos de estos componentes en un sincretismo no siempre fácil de
desentrañar. La nación venezolana se construye sobre el mestizaje. El venezolano se
caracteriza por ser mestizo, ya que desde hace muchos años atrás, a partir de
la colonización se viene arrastrando la adopción de ligas entre culturas, donde
las europeas se ligaron con nuestros antepasados indígenas y dieron como
resultado una nueva raza mestiza. Es
allí donde aparece esta comunidad que todos los días nos alegramos de ser,
admirable por esa unión familiar, el carisma que atrae a cualquiera y sobre
todo el esfuerzo de salir adelante.
Siempre nos hemos preguntado quiénes somos y de dónde venimos, dándonos
como respuesta la aceptación de culturas extranjeras dejando de valorar lo que
nosotros hemos construido con tanto sacrificio.
El venezolano común le cuesta a veces decidir qué
es lo que quiere y se acostumbra a lo poco que posee. Sin embargo, lo poco que tiene lo comparte
con sus semejantes. Es por ello, que en la medida que pasan el tiempo y con
todas las limitaciones que tengan los venezolanos, con tan solo su aceptación
familiar se vive bien. La familia venezolana está compuesta por varias culturas
que se muestran en los diferentes estados donde hasta la forma de expresión es
diferente a pesar de que vivimos en el mismo país. Se nos cataloga como flojo en el extranjero, sin
saber que la mayoría realiza varios trabajos para sustentar el grupo familiar.
Cuando se realizan reuniones no importa que uno tenga más que el otro para el
venezolano todo somos iguales aunque las características sociales sean
diferentes. Las primeras características que aparece es el humor. El segundo pilar
de nuestra identidad nacional es el habla, del cual también nos ufanamos. Somos
un vacilón, nos decimos, aunque hablemos muy mal el español, es una creencia
muy extendida que nuestra forma de expresarnos es una marca registrada con
algún tipo de superioridad. Por eso, la gente del centro imita con sorna el hablar
de los gochos o los llaneros, del colombiano o el argentino, y no falta quién
sepa hacer una buena parodia malandra. El volumen de nuestra risa, el
movimiento de nuestros manos o el no tener acento tienen un no-sé-qué (eterna
razón de nuestro accionar nacional).En general la música y las canciones
venezolanas denotan el espíritu alegre de su gente, el contacto y convivencia
con la naturaleza, la generosidad y apertura ante el viajero y una cierta
resignación plena de esperanza. El viajero que llega a los más recónditos
parajes de la geografía venezolana va a encontrar siempre una sonrisa amiga que
le extienda una mano y una mirada cercana que lo acoja y le haga sentir como
uno más igual a él con derecho a compartir lo que haya.
Es
muy notorio que todo aquel que ha viajado dentro o fuera de nuestro país puede
dar fe de las distintas manifestaciones de aceptación y rechazo de las
costumbres de los venezolanos. Desde
este punto de vista y partiendo por las costumbres de cada uno de nosotros, nos
encontramos que las actividades culturales las cuales conservamos a través de
los tiempo. En los sectores que se encuentran alejados de las ciudades, las
personas se reencuentra con la familia y amigos para dar a conocer todas esas
necesidades culturales que a pesar de irse extinguiendo todavía se encuentran
en cada uno de nosotros, por ejemplo en las Fiestas tradicionales de pueblo,
nos encontramos con: Cruz de Mayo, Festividades decembrinas, Fiestas en
homenajes a Santo de Pueblo, los venezolanos sacamos a relucir aquellas manifestaciones
que nunca hemos dejado de hacer, como cantos de galerones, juegos tradicionales
y las típicas comidas propias de cada pueblo.
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