domingo, 22 de julio de 2012

COMENTARIO SECCION A. GRUPO 7. CONCEPCION ANTROPOLOGICA



REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA  DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
PARTICIPANTES: Maritza Contreras, Tania Tenia y  Juana Ribas
SECCION A GRUPO 7

Concepción antropológica del venezolano, desde el punto de vista de su ontología su manera de ser en la comunidad.
En este recorrido teórico reflexivo sobre la concepción antropológica del venezolano desde el punto de vista de su ontología, su manera de estar siendo en la comunidad. Una cosmovisión, se hace clara la necesidad de contar con una precomprensión antropológica, ya que la misma como ciencia social estudia al ser humano de forma holística. Combinando en una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y humanas, la antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece; y, al mismo tiempo, como producto de éstas. Asimismo, se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamiento sociales a través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso biosocial de la existencia de la raza humana. Cabe resaltar que el hombre no es algo que viene dado esencialmente, sino que se configura a través de sus relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias, construcciones culturales. El hombre venezolano a través de los tiempos ha tenido cambios a nivel personal y  cultural. Es por ello que según la religión, las ideas y los valores por lo que se ha acostumbrado pasa a tener más importancia la mujer venezolana que el hombre, ya que la misma deja en claro que no solo es mujer sino pasa a manejar la figura de padre y madre en el vinculo familiar porque se pueden encontrar como madre soltera o simplemente porque pasa más tiempo con el conglomerado familiar. 
Cuando se estudia la antropología cultural, se explica la diversidad de las conductas humanas, mediante estudios comparativos que muestran una visión del hombre y mujer, a través de los tiempos, a raíz de esto se puede estudiar la forma de vida, estructura social, creencias y medios de comunicación. Cabe destacar que el hombre no está atado a algo fijo o estático, sino que se va configurando. El ser humano se debe a un desarrollo temporal (historia) y a la vez a un proyecto que le configura como alguien en desarrollo, nunca acabado. En esta historicidad, el hombre no es un espectador imparcial de los fenómenos, sino que se ubica frente a los mismos desde presupuestos heredados (tradición) que le orientan. En cuanto a la concepción antropológica del venezolano, podemos afirmar que el venezolano es uno, cuando se habla de que es uno, no se afirma que es único, ya que sólo sería único si existiera un solo venezolano, es decir, es en esencia el producto de la mezcla de las tribus indígenas que poblaron el territorio venezolano, de los españoles que los conquistaron, de los africanos que llegaron como esclavos y de los numerosos viajeros e inmigrantes que a lo largo de estos últimos cinco siglos y en especial el último siglo, vinieron para quedarse y hacer de Venezuela su hogar. La confluencia de todas estas culturas ha dado forma a una peculiar manera de ser. Es así como en la música, en las voces populares, en la danza, en las creencias, en los aspectos culinarios se detectan todos y cada uno de los rasgos de estos componentes en un sincretismo no siempre fácil de desentrañar. La nación venezolana se construye sobre el mestizaje. El venezolano se caracteriza por ser mestizo, ya que desde hace muchos años atrás, a partir de la colonización se viene arrastrando la adopción de ligas entre culturas, donde las europeas se ligaron con nuestros antepasados indígenas y dieron como resultado una nueva raza mestiza.  Es allí donde aparece esta comunidad que todos los días nos alegramos de ser, admirable por esa unión familiar, el carisma que atrae a cualquiera y sobre todo el esfuerzo de salir adelante.  Siempre nos hemos preguntado quiénes somos y de dónde venimos, dándonos como respuesta la aceptación de culturas extranjeras dejando de valorar lo que nosotros hemos construido con tanto sacrificio.
 El venezolano común le cuesta a veces decidir qué es lo que quiere y se acostumbra a lo poco que posee.  Sin embargo, lo poco que tiene lo comparte con sus semejantes. Es por ello, que en la medida que pasan el tiempo y con todas las limitaciones que tengan los venezolanos, con tan solo su aceptación familiar se vive bien. La familia venezolana está compuesta por varias culturas que se muestran en los diferentes estados donde hasta la forma de expresión es diferente a pesar de que vivimos en el mismo país.  Se nos cataloga como flojo en el extranjero, sin saber que la mayoría realiza varios trabajos para sustentar el grupo familiar. Cuando se realizan reuniones no importa que uno tenga más que el otro para el venezolano todo somos iguales aunque las características sociales sean diferentes. Las primeras características que aparece es el humor. El segundo pilar de nuestra identidad nacional es el habla, del cual también nos ufanamos. Somos un vacilón, nos decimos, aunque hablemos muy mal el español, es una creencia muy extendida que nuestra forma de expresarnos es una marca registrada con algún tipo de superioridad. Por eso, la gente del centro imita con sorna el hablar de los gochos o los llaneros, del colombiano o el argentino, y no falta quién sepa hacer una buena parodia malandra. El volumen de nuestra risa, el movimiento de nuestros manos o el no tener acento tienen un no-sé-qué (eterna razón de nuestro accionar nacional).En general la música y las canciones venezolanas denotan el espíritu alegre de su gente, el contacto y convivencia con la naturaleza, la generosidad y apertura ante el viajero y una cierta resignación plena de esperanza. El viajero que llega a los más recónditos parajes de la geografía venezolana va a encontrar siempre una sonrisa amiga que le extienda una mano y una mirada cercana que lo acoja y le haga sentir como uno más igual a él con derecho a compartir lo que haya.
Es muy notorio que todo aquel que ha viajado dentro o fuera de nuestro país puede dar fe de las distintas manifestaciones de aceptación y rechazo de las costumbres de los venezolanos.  Desde este punto de vista y partiendo por las costumbres de cada uno de nosotros, nos encontramos que las actividades culturales las cuales conservamos a través de los tiempo. En los sectores que se encuentran alejados de las ciudades, las personas se reencuentra con la familia y amigos para dar a conocer todas esas necesidades culturales que a pesar de irse extinguiendo todavía se encuentran en cada uno de nosotros, por ejemplo en las Fiestas tradicionales de pueblo, nos encontramos con: Cruz de Mayo, Festividades decembrinas, Fiestas en homenajes a Santo de Pueblo, los venezolanos sacamos a relucir aquellas manifestaciones que nunca hemos dejado de hacer, como cantos de galerones, juegos tradicionales y las típicas comidas propias de cada pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario